Aunque el control y la vigilancia del Estado son más laxos en la zona rural, a la fecha ya se han formalizado 486 asentamientos, de estratos 1 y 2.
Aguas Claras es uno de los barrios legalizados de la localidad de San Cristóbal. / Gustavo TorrijosEl sueño de muchas familias de tener un techo ha sido el principal motor de las urbanizaciones ilegales, que han crecido sin diferenciar si el sueloLo único que les importa es tener dónde construir.
En general, cuando nace una urbanización ilegal, surge con los mismos problemas: ausencia de servicios públicos domiciliarios; falta de equipamientos comunitarios, como colegios, parques y espacios de recreación, entre otros, y el difícil acceso del transporte público. Cuando se está en los límites de lo urbano, acceder a una solución podría ser un asunto de voluntad; pero cuando se ubica en lo rural, el asunto trasciende lo legal.
En medio de esta cruzada, hay una particularidad: uno de cada cuatro barrios legalizados estaba en zona rural. En total eranque antes se encontraban ubicados en alguna de las cuatro piezas definidas en el POT . Y aunque legalizarlos parecía imposible, el truco estuvo en aplicar las sentencias judiciales o acudir a la única alternativa que tenían a la mano a través del POT: extender la frontera del suelo urbano, para sacarlos de la zona rural.
Sin embargo, hay otros que no corrieron con la misma suerte y, por ahora, nada se puede hacer. Se trata de los barrios, entre otros 22, se edificaron en terrenos que gozan de una protección especial, que impide su legalización.Detrás de darle la categoría de legal a un barrio informal hay varios pasos. De entrada, vale aclarar que un barrio de invasión, en un predio del Estado, nunca se podrá legalizar.
, en Ciudad Bolívar, y el propietario nunca intentó recuperarlo. “Quién está invadiendo puede pedir a un juez que lo declare propietario, si lleva más de 10 años de posesión. El tiempo de espera se reduce a cinco años si es un barrio con casas en el rango de interés social (con valor inferior a