Que más ciudadanos necesiten asistencias y subsidios es solo la prueba del fracaso de un Estado
En materia de economía es tarea de titanes encontrar algo positivo en estos cien días. Quizás el acuerdo de tierras con los ganaderos, al que en todo caso le faltan todos los detalles para hacerlo operativo. Por lo mismo, no hablemos todavía de los peligros de las propuestas esbozadas para la reformas laboral, de la salud y las pensiones.
Ocampo, además, nos clavó una tributaria descomunal, la más gravosa de la historia, y muy inoportuna, con un panorama de inflación global y nacional disparadas y una probable recesión mundial.
Lo cierto es que el presupuesto del 2023 crece un 15,1% en relación este año, en especial en gastos de funcionamiento, y no se hace ningún esfuerzo estructural de ahorro y austeridad. La Ministra de Trabajo, para rematar, hace anuncios que encarecerán aún más el empleo formal y estimulan la informalidad.