SelecciónColombia Eliminatorias Repase la eliminación de Colombia que se consumó en Venezuela.
Colombia hizo la del estudiante vago: ganó sus últimos exámenes, se exprimió, se sacrificó, y al fin lloró su incapacidad para avanzar, certificando la eliminación del Mundial de Catar que, en sentido estricto, mereció.
De nuevo Díaz a los 13 y de nuevo el portero venezolano la sacaba de la raya y otra 'Lucho' en su clásico remate cruzado lo obligo a estirarse... la costumbre del exportero de Millonarios de lucirse cuando tiene a Colombia al frente. Y cuando peor veía Colombia su auténtico clásico regional contra Venezuela, el VAR bajó en forma de ángel de la guarda: falta contra Borré en el área y en la revisión pitaron el penalti que James -hasta esa altura muy poco claro- cobraba pegado al palo en un primer intento en el que Fariñez se adelantaba y atajaba y después, en la revancha, ya no lograba atrapar.
Y entonces los extraños cambios usuales: Suárez por Sinisterra , Quintero por James, Preciado por Borré , Cuéllar por un agotado Lerma... y el mensaje de no presionar por aumentar la ventaja sino confiar en no equivocarse para mantener el 1-0 hasta el pitazo. ¡Qué manera de sufrir! Porque Pékerman les tiró el equipo encima y le dio más de un dolor de cabeza a Ospina en esos minutos finales. Qué pequeño se vio el equipo de Rueda.