Un desafortunado caso médico. 🧑⚕️🔋
Una mujer de 66 años llegó al Departamento de Emergencia del Hospital Universitario de St. Vincent en Dublín, Irlanda después de ingerir un número desconocido y peligroso de baterías cilíndricas.
Afortunadamente la radiografía de abdomen también reveló que ninguna batería parecía obstruir su tracto gastrointestinal ni mostraba signos de daño estructural que fueran potencialmente peligrosos o que implicaran una intervención quirúrgica inmediata. Tras este enfoque «conservador» que duró una semana la paciente logró expulsar tan solo cinco pilas AA por su cuenta, sin embargo, los exámenes radiológicos realizados posteriormente indicaban que aún había una gran cantidad de estos cuerpos extraños en su organismo que no habían podido eliminarse de manera natural, estaban “estancadas”, lo que provocaba dolor abdominal difuso en la paciente.
Al hacer la incisión para observar la cavidad abdominal los médicos notaron que debido al peso que las baterías ejercían sobre su tracto gastrointestinal, el estómago de la paciente se había distendido y estirado hacía el área sobre el hueso púbico. Posteriormente se realizó un orificio en el estómago, a través del cual sacaron 46 baterías de tipo AA y AAA.