El asumir la responsabilidad de las acciones es un indicador enorme de madurez y de justicia con el universo que es loable.
La pregunta sería si las nuevas generaciones aguantan menos. Eso es lo que dicen los que tienen más años. Por mi profunda convicción frente a no juzgar ni poner etiquetas creo que la resistencia a la frustración puede estar relacionada al hecho mismo de existir como ser humano y no necesariamente al pertenecer a una generación en particular.
¿Cómo ser resiliente? Se habla mucho de la imperiosa necesidad de serlo en tiempos de cambio, pero a nadie le enseñan realmente a serlo. Está claro que hay que empezar por saber procesar que lo perfecto no existe, que las circunstancias no son controlables la mayoría de las veces y que las cosas no duran para siempre.
Cuando te preguntes ‘¿tú quién eres?’, piensa bien si tu respuesta está asociada de manera automática al cargo que desempeñas, a la actividad económica que realizas o a lo que estudiaste. ¿Es eso lo que te da tu identidad? En nuestra tendencia de victimización se oye poco a que ante la dificultad se asuma su impacto. No es regular escuchar “es mi culpa” dentro de los ambientes corporativos… Ahora que lo pienso, tampoco en los familiares ni en los círculos de amigos.