México | Los magistrados establecieron que cuando el juez ordenó la captura de Gilda Susana, no argumentó debidamente si esa era la única forma de conducirla a proceso
indicó que Zúñiga Mendoza “acató” con lo ordenado al dejar sin efecto el mandamiento de captura, pero,, ya que invocó argumentos que no se desprendían del escrito de petición de la orden de aprehensión.
Los magistrados le otorgaron el amparo al considerar que el juez de control que ordenó la captura resolvió de manera indebida la justificación de la necesidad de cautela que, como requisito previo, se exige para el libramiento de una orden de aprehensión.Publicidad El Tribunal Federal puntualizó que corresponde a la FGR la carga de justificar frente al juez la necesidad de cautela de la persona, ya sea porque existe riesgo de que se sustraiga de la acción de la justicia, se ponga en riesgo la integridad de la víctima, del ofendido, de los testigos, y/o la comunidad, o bien, se ponga en peligro el desarrollo de la investigación misma.
La FGR investigó a Gilda Susana porque presuntamente de junio a noviembre de 2012, se transfirieron 3 millones de dólares de la empresaa una cuenta de la que ella es beneficiaria, sin que se identificara el origen de la transferencia. El Ministerio Público aseguró que los 3 millones de dólares, que equivalían en esa época a 34 millones 234 mil pesos, fueron utilizados para la supuesta compra de una residencia en la colonia Lomas de Bezares. El inmueble era propiedad de María del Carmen Ampudia Cárdenas y Emilio Lozoya lo adquirió.