‘Creo que me faltaba esa súper elegancia’, dijo Anthony Vaccarello sobre una nueva temporada que fusionó la sastrería con los vestidos que usaba Martha Graham.
Y Vaccarello encontró su mega dósis de elegancia al mezclar la sastrería masculina deque llevaba la coreógrafa estadounidense Martha Graham, cuyo estilo práctico y sencillo revolucionó la danza moderna.
Su inspiración en esta colección fue encarnada por las siluetas largas y la tela de jersey, que acentuaron la anatomía escultórica del cuerpo de las modelos. Vaccarello exudaba ese lenguaje de moda elegante, contomando como base el propio cuerpo, y a menudo las modelos parecían dibujos con vida. ‘Me encantó la pureza’, agregó.
Literalmente, tan fuerte es su mensaje que, después del espectáculo, todavía podíamos sentir los contornos y tonos de la colección impresos en nuestras retinas. No es solo una creación inteligente, sino también buen marketing.