El gobernador de la isla confía en que “las consecuencias van a ser menores” que las que causó Iota en el 2020.
empezaron a sentirse hacia las cuatro de la tarde de este sábado en San Andrés, con vientos de más de 100 kilómetros por hora.
El crecido oleaje rebasó permanentemente la playa, mientras que los habitantes y turistas se abastecieron previamente. Algunos residentes de San Luis, zona de mayor afectación, optaron por evacuar.
El funcionario indicó que se mantendrá el toque de queda en San Andrés, pero consideró que “las consecuencias van a ser menores” que las de Iota, que fue de categoría 4. “Estamos tranquilos y seguimos en alerta hasta por lo menos 6 horas que se va a demorar el desplazamiento hasta las costas de Nicaragua”: Everth Hawkins, gobernador de San Andrés, sobre los embates del huracán Julia.