Imágenes para procesiones de $1,2 millones y sagrarios de $59 millones ofrecen las tiendas en estos días. Conozca los detalles ➡
En su almacén de artículos religiosos Alba Gómez Cardona restauraba el martes una pequeña imagen en yeso de la virgen de Chiquinquirá, mientras en otro lugar del negocio tenía una de la Milagrosa en resina, que había sacado horas del molde.
Las habilidades para recomponer las figuras las adquirió empíricamente. Recoger pedazos y fragmentos luego de los estallidos en el vecindario, para unirlos y volverles a dar una buena apariencia fueron su mejor escuela, insiste Alba. Del listado de artículos hacen parte los objetos de orfebrería, categoría que abarca cálices, patenas, copones, incensarios, candelabros, campanas, cruces, ostensorios, sagrarios, custodias, tronetos, báculos, ciriales, jarras, ánforas, faroles y lámparas.
Los requerimientos católicos, explica Ana Milena, pasan por el segmento de ornamentos y lencería religiosa que comprende: albas, casullas, capa pluvial, los cumbreambón, dalmáticas, estolas, linos para el altar , manteles, roquetes, sotanas y el velo humeral, que es un es un trozo de tela que el sacerdote usa sobre los hombros y espalda, con el que cubre sus manos para portar respetuosamente el Santísimo Sacramento y ciertos objetos sagrados dignos de veneración.
Al frente del negocio está Manuela Agudelo, quien comenta que el fuerte es la fabricación y reparación de artículos religiosos de bronce, enchapados en plata y oro, lo que genera diez empleos y otros tantos indirectos. En la sala de El Clero se exhibe por estos días un sagrario que vale más de $3o millones, y en bodega reposa otro de $59 millones elaborado en bronce y con enchapes de oro .En Laureles, Álvaro Acosta Gómez, restaurador graduado en España, se encarga de mejorar y recuperar la apariencia de las imágenes.